26 de octubre de 2012

27.2 La dirección de la corriente eléctrica


Hasta ahora hemos analizado tan sólo la magnitud de la corriente eléctrica. La selección de
la dirección es algo arbitrario, siempre que se aplique la definición en forma consistente. El
flujo de carga originado por un campo eléctrico en un gas o en un líquido consiste en un flujo
de iones positivos en la dirección del campo o un flujo de electrones opuesto a la dirección
del campo. Como hemos visto, la corriente en un material metálico consiste en electrones que
fluyen en contra de la dirección del campo. Sin embargo, una corriente formada por partículas
negativas que se mueven en una dirección, es eléctricamente la misma que una corriente
formada por cargas positivas que se mueven en la dirección opuesta.
Hay ciertas razones para preferir el movimiento de la carga positiva como un indicador
de la dirección. En primer lugar, todos los conceptos presentados para la electrostática -por
ejemplo, el campo eléctrico, la energía potencial y la diferencia de potencial- se definieron
en términos de cargas positivas. Un electrón fluye en dirección contraria al campo eléctrico y
"sube la pendiente de potencial" desde la placa negativa hasta la placa positiva. Si definimos
la corriente como un flujo de carga positiva, la pérdida en energía a medida que la carga encuentra
resistencia será de más a menos o "baja la pendiente de potencial". Por convención,
se considerarán todas las corrientes como un flujo de carga positiva.

La dirección de la corriente convencional siempre es la misma que la dirección
en la que se moverían las cargas positivas, incluso si la corriente real consiste en
un flujo de electrones.


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